La mandarina Criolla, también conocida como mandarina común o mandarina hedionda (Citrus reticulata), es una variedad muy arraigada y apreciada en Argentina, especialmente en regiones como el Noroeste y la Mesopotamia, así como en la Provincia de Buenos Aires. Se la valora por su sabor tradicional y su aroma característico. Apariencia y Características Forma y tamaño: Las mandarinas Criollas son de tamaño mediano, generalmente con una forma ligeramente achatada. Piel: Su cáscara es un distintivo clave: es de color amarillo anaranjado cuando madura y tiene una textura rugosa, lo que la hace muy fácil de pelar. Esto la convierte en una fruta práctica para consumir directamente. Pulpa: La pulpa es de color anaranjado, muy jugosa y posee un sabor dulce con un leve toque ácido, muy agradable y característico. A diferencia de algunas variedades modernas, la mandarina Criolla suele contener semillas. Sin embargo, se han desarrollado variedades "Criolla INTA" que buscan reducir la cantidad de semillas manteniendo las demás cualidades. Aroma: Una de sus características más destacadas es su intenso aroma cítrico, que se desprende con facilidad al pelarla o estrujar sus hojas. Origen y Cultivo Aunque las mandarinas en general provienen de las zonas tropicales de Asia (China e Indochina), la mandarina Criolla se ha adaptado muy bien a los climas subtropicales y templados de Argentina. Es una variedad que se cultiva en suelos fértiles y bien drenados, requiriendo un riego moderado y exposición a pleno sol. Los árboles de mandarina Criolla suelen ser pequeños o arbustos, de 2 a 5 metros de altura, con follaje perenne, hojas lanceoladas y flores blancas muy aromáticas. Usos Culinarios La mandarina Criolla es extremadamente versátil en la cocina, tanto para consumo fresco como en diversas preparaciones: Consumo fresco: Es la manera más popular de disfrutarla, gracias a su facilidad para pelar y su sabor dulce y jugoso. Jugos y batidos: Por su alto contenido de jugo, es ideal para preparar jugos naturales y smoothies refrescantes. Postres: Su sabor y aroma la hacen perfecta para bizcochos, tartas, flanes, mousses, mermeladas y curd (una crema de fruta). Platos salados: Su toque cítrico combina muy bien con carnes como pollo y cerdo, así como en ensaladas, salsas y aderezos. Puede añadir un contraste interesante en marinadas y glaseados. Propiedades Nutricionales y Beneficios La mandarina Criolla no solo es deliciosa, sino también muy beneficiosa para la salud: Vitamina C: Es una excelente fuente de Vitamina C, fundamental para fortalecer el sistema inmunológico, proteger contra resfriados y gripes, y favorecer la absorción de hierro. Fibra: Su contenido de fibra, especialmente en el albedo (la parte blanca entre la cáscara y la pulpa), ayuda a regular el tránsito intestinal y contribuye a la salud digestiva. Antioxidantes: Contiene diversos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y protegen las células del cuerpo. Hidratación: Por su alto contenido de agua, contribuye a la hidratación del organismo. Minerales: Aporta potasio, que es importante para el equilibrio de líquidos y la función muscular, entre otros minerales. En resumen, la mandarina Criolla es una fruta emblemática de las temporadas frías en Argentina, apreciada por su sabor tradicional, facilidad de consumo y excelentes propiedades nutricionales.